martes, 1 de septiembre de 2009

Nocturno nuestro

La noche desviste el día,
y en su piel blanca
todo se transforma.
Mueren las mariposas
y de sus cenizas crecen polillas.
Se lanzan los pajaros a los árboles
para salir como murcielagos rotos.
Se astillan las nubes
en haces de luz concentrada
y escriben los hombres
cuadernos de sus historias animales.
Mientras tanto, vos y yo
contemplamos como la luna
transforma nuestra cacería
y devoramos nuestra presa.

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