sábado, 31 de mayo de 2008

La voz del ausente

De adioses,
De promesas rotas,
De sopa de palabras,
De cuartos llenos de almohadas.
De pinzas,
De clavos que no salen,
De pinturas y de paredes despintadas,
De noches de eclipse,
De días de lluvia con sol,
O tardes lluviosas en días de hacer nada,
De cuellos tibios,
Y manos frías.

De silencios y de muerte
Es la voz del ausente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por lo menos es voz de algo... supongo que él silencio absoluto que impone la fría indiferencia espanta más (por su acercarse a la Nada)