Se trepó a mi ventana un firulete,
Una intensa serpentina de neon,
Que volaba como mosca alcoholizada
En un concurso de patín.
Sigiloso entró a mi cuarto,
Sin hacer ningún ruido.
Silencioso como un recuerdo,
Silencioso como un olvido.
Se acercaba a mi, expectante.
Su concentración era máxima, no podía despertarme.
¡No podía darse el lujo del sonido!
Mas su brillo de neon,
Era colmillo de león.
Atrajo a más de un millón de mosquitos.
Y por miedo a la picazón,
Yo desperté.
lunes, 1 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Simpático... Me gustó quela descripción sea tan gráfica.
El final fue un poco abrupto, pero te digo nada, porque coincide con ciertos despertares...
y firulete cuando subis algo nuevo?????
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