Perdida entre rosas que secan antes del otoño.
Rastros de perfumes de una piel lejana,
Piel que te aleja del cuerpo donde habrás de dormir.
Recostada en pasados inviernos pesados
De finales inconclusos,
De insípidos adioses,
De cajas vacías prendidas fuego,
De fuegos extintos sin cenizas.
Al dejar el balde al costada de tu cama,
Te acuestas a dormir
Para pensar en tus héroes del pasado
Que te conquistan hoy.
miércoles, 4 de junio de 2008
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