Se inunda mi cuarto de jóvenes muertos,
Y se elevan las torres de la cama en mi cuerpo.
Se oyen las voces de quien no quiere oír,
Me miran de reojo no me dejan ir.
Y aun privado del cuerpo no sabría que hacer,
Y aun cegado en el tiempo so sabría que hacer,
Mas que hundir la cabeza en la almohada
Y dejarme perder…
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